Famosa por sus platillos típicos, las danzas y la música autóctona de las etnias yaqui, mayo, seri, guarijío, kikapú, pápago, cucapá, pima y ópata; es un Estado cuyas tradiciones siguen vigentes.
Sonora es un lugar lleno de imágenes contrastantes; contra las antiguas tradiciones y ritos de los pueblos indígenas tenemos el inminente crecimiento de las ciudades principales, modernas y con un ritmo de vida cada vez más acelerado y agobiante.
A lo largo de cada año, en diversas latitudes del territorio sonorense se llevan a cabo ceremonias y rituales, con los cuales es celebrada la existencia y los múltiples dones entregados a nuestra gente por la naturaleza o por los misterios de la divinidad; de esta manera transcurre el tiempo y en cierta medida se interviene ante la incertidumbre del futuro, conservando una determinada forma de vida, de proteger a la familia y de enseñar a los niños el modo adecuado de vivir.
Algunas de estas fiestas y ritos tienen sus más distantes raíces en el pensamiento filosófico y religioso de las sociedades que habitaron estos territorios desde mucho tiempo antes de que los primeros europeos recorrieran estas tierras, en búsqueda de otras esperanzas.
De esta manera adquieren sentido y permanencia rituales de cacería, ceremonias de pesca y otros que hablan de los diversos orígenes de la gente, pero también, con el paso del tiempo se han ido incorporando en este mundo festivo-religioso, nuevas creencias y celebraciones, dando lugar a otros procesos rituales que muestran de otro modo el rostro y la esperanza de la gente.
En Sonora las tradiciones que han sido un poco más conocidas por nuestra sociedad son las relacionadas con la cuaresma y la semana santa, respetadas y llevadas a cabo lo mismo por los antiguos ópatas, como por pimas, yaquis y mayos; pero también celebradas por parte de los distintos descendientes de unas y otras sociedades que confluyeron en la configuración actual del rostro diverso y de gran valor de la cultura sonorense.
De dichas fiestas, rituales y ceremonias se han ocupado e interesado científicos e investigadores de varias partes del mundo y no sólo ellos, fotógrafos, reporteros y programas de televisión han explorado en distintas ocasiones este maravilloso mundo ceremonial, dando a conocer cada vez una pequeña parte de este valiosísimo patrimonio cultural que da sentido y razón a nuestra identidad regional y nacional, junto con cada celebración propia, que se mantiene viva en nuestro territorio.
GASTRONOMÍA DE SONORA.
De la gastronomía de Sonora hay que destacar los productos en que se basa su cocina como las carnes, y sus famosos cortes, el trigo, nueces, bellotas, membrillos y cítricos. Además no hay que olvidar de los excelentes pescados y mariscos prodecentes del mar como por ejemplo el pargo, sardina, jurel, camarón, el rey del marisco y almejas entre otros.
Es una cocina llena de mezcla de sabores con los que los paladares mas exigentes disfrutarán con toda seguridad.
Los platos típicos de esta regíón están representados por la carne machaca, carne seca con huevos o tacos con este mismo ingrediente. Mochomos, carne de res o ternera frita acompañados de las indispensables tortillas de harina. Frijoles refritos, hechos con frijol pinto o peruano, manteca de puerco, chile colorado y quesos cotija, requesón y Oaxaca, sin olvidarnos de las ricas sopas como la de marisco y salsas picantes.
En cuanto al dulce típico hay que destacar los elaborados a base de maíz, como el delicioso botarete yaqui , las espumas del mar y el pinole de Sonora, además de coyotas, tortillas de harina preparadas con piloncillo.
La bebida típica es la bacanora, además del mezcal conocido aquí como lechuguilla y el tejuino.